miércoles, 21 de marzo de 2012

tú eres lo que quiero

[...] No me da tiempo casi ni a pensar en tí, es lo que tienen los días entre semana. Supongo que eso es bueno, cuanto menos pienso en ti mejor. Tengo los dedos congelados y me cuesta escribir, tengo casi también el corazón congelado desde aquella tarde, aunque sigo cruzando los dedos por si te da por regresar, trébol de cuatro hojas, se supone que tiene que dar suerte así que... aquí te espero. Donde siempre, yo no me he movido y sigo sintiendo lo mismo que aquel día, las mismas punzadas y ese incesante dolor en el alma, y ahora sé que si que tengo alma, que me duele cada vez que no estas. Sigo pintandome los labios color rosa, como a ti te gustaba y sigo siendo aquella estúpida que te quiso más que a su vida, y la misma tonta cabezota y bipolar, bueno que te voy a decir a tí si lo sabes todo de mí. 


Te esperaré, hasta que mi corazón deje de latir. Va a llover, te lo juro...

sábado, 17 de marzo de 2012

en conjunción con un tal colchón

Que putas ganas de tí, que ganas de devorarte y descubrir cada rincón de tu cuerpo, de pintarte con besos que no borraría, y sentarme viendo salir el sol desde mi cama hacia la tuya, de pasar por incesantes escalofríos cada vez que me acaricias con la yema de tus dedos sobre mi nuca, ese placer al notar tu mano subiendo por mi espalda dentro de mi camiseta y clavarle la mirada en los ojos, y beso tras beso sin parar y sin cansarnos, darle mordiscos por el cuello y la oreja es lo que más le gusta y lo sé, espero que no muchas más lo sepan, sé también que le gusta que le haga masajes por la espalda entre besos, mordisquitos y susurros, y que me mire y que me diga "me encantas" es algo que me llena de satisfacción, es algo que no puedo controlar es como una autodestrucción a mi misma enamorándome cada día más de el y de sus cosas, cada movimiento, cada roce (...)

quizás la culpa sea mía

Me dije a mí misma cuando te conocí: "No te enamores".
Y mirame, aquí estoy con ese deseo de volver a notar tu piel cerca de mí, de tu perfume y ese olor que desprende por cada parte de mi cuerpo, de olerme el cuello de la camiseta y que huela a tí, de ir desganada a cualquier sitio porque sé que el no está, o soy yo la que no quiere que esté, la que siempre le da largas y le cuenta pantomimas que no se las cree ni el más tonto del planeta. Porque a pesar de todo, es un chulo y un prepotente, que por todo lo que me ha demostrado no me merece, pero quién sabe... al final y al cabo soy yo la que se come el coco todos los días de la semana pensando en él, pensando en que hace y si alguna más le habrá besado, tengo orgullo y ya descubriste que soy bipolar y también insoportable, pienso que lo más sano para los dos es dejarse llevar. Estoy segura que al final acabaré con una sobredosis de el, pura adicción.

martes, 6 de marzo de 2012

¡qué relativo es el tiempo!

Pienso que el tiempo no está basado en horas o minutos, si no en lo pesado que nos parece a nosotros. Cada segundo... duele ya que no estás aquí, nunca estuviste pero yo te sentía tan cerca que creía que era un reflejo y que podía tocarte. Pero te esfumaste aunque todavía veo tu humo y te huelo pero te me escapas entre los dedos. Como si nada hubiera estado ahí antes... Solo aire y vacío tan profundo. Piii, piii. Vuelta a la realidad. Llega él con una bandeja llena de un desayuno delicioso, y me susurra al oido "Siempre estaré contigo, te lo prometo..." Y después me besa la frente. Se me encoge el corazón. Otra estúpida pesadilla... Recuerda que el siempre estará contigo ¿o no?