domingo, 8 de julio de 2012

Ausencia del miedo...

Anoche, estuve pensando. Ya sabes, una de esas típicas noches en las que te pones a pensar en todo lo que has hecho a lo largo de tu vida. Y recordé cuando era pequeña, (más de lo que lo soy ahora), recordé que era una niña fría, aparentemente sin sentimientos y una niña la cual no expresaba sus emociones, era una niña seria, demasiado seria, nunca sonreía ni nunca lloraba, parecía de piedra. Mi familia y amigos pensaron que podía llegar a ser autista. Veía cosas a mi alrededor, quizás demasiado fuertes para una niña de 6 años, pero mi cara seguía intacta, sin ninguna expresión... Me acuerdo las noches que dormía con ese hombre, ese hombre que no era mi padre, no le conocía, solo me acuerdo de su movimiento de dedos que me ponía nerviosa y de su nombre... Leo. Me acuerdo que no tenía miedo, no tenía miedo de nada y no opinaba sobre nada, parecía de hierro. Me acuerdo las de veces que me quedaba sola en casa con 6 años porque mi padre trabajaba y mi madre no estaba, yo me encargaba de fregar los platos. Todo me parecía normal o que estaba bien. Fui creciendo, y me volví mas fría con los años, en realidad necesitaba cariño pero yo no era cariñosa. Cuando crecía tampoco expresaba mis emociones, me lo callaba... Me lo callaba todo, hasta que la bola se hacía demasiado grande y explotaba. Soy muy enfadona, me enfado por todo y dicen que no se puede mantener una conversación conmigo porque enseguida me enfado ya que creo que siempre tengo la razón. Hace dos o tres años, que miré hacia atrás, hacia todo mi pasado, hacia todo lo que había sido y me dí cuenta que pasé por cosas que ninguna niña con seis años hubiera soportado, yo estaba como en una burbuja. Pero me dí cuenta hace dos años que había sufrido interiormente, y que me había creado un escudo para que todo me resbalase. Esa era mi forma de autodefenderme. Y, ¿os digo algo? hace dos años que tengo miedo, hace dos años que me siento frágil, que me siento como si todo me afectase, y como si no pudiera parar de recordar, lo hago constantemente y solo siento dolor y miedo creo que nunca he sido feliz del todo... Todo el mundo me dice que soy muy fuerte, y de verdad me considero así, nunca me ha gustado que nadie me viera llorando, ni nunca he pedido un abrazo... Hay veces que me gustaría volver a tener seis años, en los que parece que no sentía nada. En los que parece que nací ya con un escudo anti-dolor, y era una niña sin miedo.
                                                     "Te pareces a la palabra melancolía"

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